Secretos del storytelling


Ideas que vale la pena difundir.

Lo que me hizo pensar en las historias de mi abuela fue un libro que he concluido hace poco: Método TED para hablar en público, de Jeremey Donovan. Dividido en dos partes—Contenido, Argumento y Estructura, la primera; Exposición y Diseño, la segunda—, con lenguaje accesible y progresión fluida, condensa los mejores consejos para quienes deseen perfeccionar su discurso. Un método capaz de persuadir de forma inspiradora y mover a la gente hacia la acción. Donovan, organizador y conferenciante de TEDx, cumple su objetivo a través de 13 capítulos trepidantes. A veces muy breves, pero sin desperdicio.
«La mayor parte del tiempo—comenta el autor—, el mejor modo de abordar un tema es seleccionar un único mensaje unificador que deseas comunicar y luego exprimir tu cerebro en busca de vivencias asombrosas que aporten profundidad emocional a la lógica de tu mensaje. Si te quedas atrapado, hazlo al revés.» Las prácticas incluyen crear un eslogan con gancho, analizar los tres modos más eficaces de abrir una conferencia [vivencias personales, afirmaciones sorprendentes o preguntas absorbentes], dominar la estructura narrativa y las transiciones, y estimular los dos hemisferios cerebrales.
El hemisferio derecho vibra con las anécdotas: nuestro lado emocional. El izquierdo, en cambio, es nuestra parte analítica. Se alimenta de hechos, estrategias, técnicas. Puedes fusionar ambos polos, pero nunca olvides que motivar el deseo de cambio se relaciona con lo emocional. Donovan recomienda que la pieza central de tu charla debería ser un relato. Las tres porciones del speech—introducción, nudo y conclusión—ofrecen la oportunidad de contar una historia. Otra regla de oro extraída de los cuentacuentos consiste en mostrar sin explicar. El público interpretará tu mensaje; no lo subestimes.
Hacia el final de sus días, mi abuela tuvo problemas graves de salud, y una noche fui a visitarla. Recuerdo particularmente la atmósfera tenue. Nuestra despedida fue silenciosa. Sus manos eran tibias, y ella mantuvo los ojos cerrados. Un par de semanas después, ya en casa, hubo una tormenta y el servicio eléctrico se detuvo de forma imprevista. Una de las lámparas empezó a parpadear con insistencia, en clave morse. Me gusta creer que mi abuela había adoptado una estrategia de comunicación distinta. En medio de la oscuridad, solo podía percibirse el tintineo de su nueva voz.
La segunda parte del libro aborda los aspectos formales de la charla, desde el tono conveniente del orador hasta los recursos humorísticos, la forma de vestir y el apoyo de las diapositivas. A esto último, Donovan presenta una serie de opciones: lo mejor sería no usar imágenes, pero en caso de requerirlas, procura que sean sencillas y sin demasiado texto. La regla del menos es más también sirve para los colores y las tipografías. «La Helvetica transmite un tono neutro a la par que autoritario, lo cual la convierte en una buena elección para la mayoría de las presentaciones.»
En poco más de 100 páginas, Método TED para hablar en público detalla los trucos que harán de tus presentaciones una experiencia vital. Quién diría que el storytelling no solo inspira a la gente, sino que la transforma por completo. Ahora también llueve, y la energía eléctrica no es confiable. En plena oscuridad, todos los focos de la casa me saludan en su lenguaje resplandeciente. Voy a la cocina por un vaso de agua, y me siento a escuchar una conferencia de luces, con mi libro de TED bajo el brazo. Mi abuela, sin recurrir a diapositivas, sabe cómo concluir su charla. Estoy llorando.
Método TED para hablar en público. Jeremey Donovan. Ariel, 2014.