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Visión de la ira · Mónica Licea



Autora de la plaquette Visión de la ira, Mónica Licea

profundiza en el duelo y su acción catártica.

Platicamos con ella sobre proyectos vigentes.


MANADA

Desde que tengo memoria he estado rodeada de animales: gatos, pájaros, peces, conejos, caballos y especialmente perros. Mucho se debe a que mi padre es de San Gabriel, Jalisco, pueblo que amo y al que le debo gran parte de quien soy. En algún punto de mi infancia, recuerdo creer que pertenecía a una manada salvaje. Pensar en ello me hace sentir fuerte y orgullosa. Los animales son una extensión de mi familia.

Dado que los animales son una especie de primer lenguaje, me resultó consecuente expresar mis emociones a través de ellos. Me gusta hacer el símil de la cacería de los animales con la cacería de las palabras, como dice el poeta Ted Hughes: escribir es igual que cazar, y el poema no deja de ser un animal, una forma de vida ajena a nosotros. En alguna ocasión comenté sobre mi plaquette Visión de la ira que era un animal hecho de sombras, quizás esto ayude a clarificar esta relación simbólica.

ALEBRIJE

Para ilustrar el punto anterior, una pequeña historia:

Corría el año de 1936; cuenta la historia que un hombre de 30 años llamado Pedro Linares, originario de Ciudad de México, cayó enfermo en cama. Debido a su alta fiebre, comenzó a tener alucinaciones, durante las cuales soñaba con un bosque habitado por figuras fantásticas con la forma de animales que repetían obsesivamente una palabra: alebrije. Al despertar, Pedro decidió dar vida a aquellas extrañas visiones plasmándolas en figuras de cartón, técnica que le enseñó su padre desde niño. Sin saberlo, este artesano había dado origen a una de las artesanías más surrealistas, cautivantes y emblemáticas de nuestro país.

Agregaría que mi relación imaginaria con los animales podría compararse con los alebrijes pero, en mi caso, serían personajes susceptibles a transformación según la emoción dominante.

DUELO

El duelo y su acción catártica fueron los iniciadores de esta primera publicación. El dolor de perder a mi hermano mayor se convirtió en un animal salvaje que me acechaba/acecha todos los días. Un primer enfrentamiento. Una invitación a observar el acto de domesticación.

Entre los referentes, destacan El Padre Zoológico, de Pascale Petit; El tigre en la casa, de Eduardo Lizalde; El azor en el páramo, de Ted Hughes, así como Arthur Rimbaud, Paul Celan, Sylvia Plath, María Negroni, Olga Orozco, Antonio Gamoneda y maestros del haiku como Matsuo Basho, Yosa Busson, Kobayashi Issa, Masaoka Shiki, entre otros.

PLAQUETTE

Tras un año de tallerear Visión de la ira con el poeta Gustavo Iñiguez y de la mano del editor y poeta Enrique Carlos, se logró concretar una plaquette con 13 textos en total, los cuales destacan por su brevedad, ya que siempre existió una búsqueda y/o aproximación hacia el haiku. Algo curioso es que cuando finalizamos el proceso de edición, sentí la pulsión de rabia que daba nombre al título, un acto de clarividencia que me decía que algo más grande estaba por venir.

HERMANO

Néstor Alan Rodríguez Licea era el nombre de mi hermano. Murió a los 18 años en un accidente automovilístico en el cual estuvo implicada una cadena de corrupción impresionante debido a que uno de los victimarios era hijo de un funcionario de gobierno del estado de Jalisco. Todos los días trabajo arduamente en conservar el valor para nombrar la oscuridad. Visión de la ira fue el primer paso que di para acercarme a una pedagogía de la memoria.

SÍNTESIS

Tomando distancia de la publicación (2017), puedo dar una lectura diferente a esa constante búsqueda de la brevedad que llegó a obsesionarme. Pienso en ese primer momento de alto impacto tras un evento catastrófico, ese trance que te deja peligrosamente cerca de la locura. Ese instante en el que alguien se acerca a preguntarte "¿estás bien?", y tras un largo tiempo de silencio logras esbozar algunas palabras que parecerían no tener sentido. Un tartamudeo intermitente que en su obsesivo intento de comunicar se convierte en una epifanía.

CONCEPTO

Pensado al inicio como un catálogo de animales, pasando por una especie de tarot/zoológico, hasta quedarnos simplemente con la médula de todo: el acto de animalizar las emociones y la brevedad. La evocación se sitúa en el ataque de un animal en medio de la oscuridad. Reitero, Visión de la ira es un animal hecho de sombras, corrijo, herido de sombras.

CUEVA

Podría hablar de las imágenes con otra imagen:

En una noche con bastante neblina entras sigilosamente a una cueva en donde descubres pinturas rupestres. Te detienes a contemplarlas. Pasas tus dedos sobre la piedra fría, estás descalzo y tus dedos absorben la humedad del lugar. Suspiras al sentir cómo palpita la historia bajo tu piel. De repente, de tu pecho se desprende un vapor negro: la tintura de dichas pinturas. Piensas que hay algo salvajemente conmovedor en la contradicción de que la cueva en la que estás es el hogar de miles de animales y, sin embargo, te revela tanta humanidad.

STORYTELLING

Luis Buñuel llamó al cine "instrumento de poesía, con todo lo que esta palabra pueda contener de sentido libertador, de subversión de la realidad, de umbral al mundo maravilloso del subconsciente". No puedo estar más de acuerdo. Además de comunicar emociones intensas de modo sintético, el cine y la poesía (instrumento del primero) también revelan que la belleza se encuentra en los hechos.

El cine es un detonante poético por excelencia al cual asisto constantemente para buscar algo novedoso que me permita inspirarme, crear y/o cuestionarme.

PERSONAJE

Elaborar un libro es crear un personaje. Es necesario observarlo con cautela, percibir su respiración, encontrar la forma correcta en la que camina, conocer lo que le molesta y lo que le apasiona pero, sobre todo, saber callar en el momento preciso para que pueda expresarse con libertad.

Ahora confirmo que si deseo elaborar un proyecto poético de calidad, debo procurar tener un alto conocimiento de mí misma, saber qué quiero comunicar—y por qué—para crear estrategias y probar metodologías que me permitan darle vida a este personaje, y que su andar entre las páginas fluya de forma natural. Esto me recuerda lo que dijo el editor en jefe de una querida amiga y poeta colombiana: el poeta es un observador invisible.




ACTIVISMO

Empecé a manifestarme en compañía de mi familia y amigos a los 16 años, tras la muerte de mi hermano. Desde entonces sigo sumándome a diversas causas como la desaparición forzada y los feminicidios. En Antígona González, la poeta y ensayista Sara Uribe expresa con mucha sensibilidad: "este dolor también es mío", y yo pienso ¡por supuesto!



VOCES ENCENDIDAS

En 2016 inicié con este proyecto de difusión a la poesía mexicana en voz de sus autores (comenzando con poetas de mi ciudad, tanto emergentes como con trayectoria). El catálogo sonoro Voz Viva de México ha sido mi mayor inspiración. En mi adolescencia, recuerdo conmoverme profundamente al escuchar a Jaime Sabines declamar el icónico poema Los amorosos; me pareció un arma poderosísima sentir su voz en mi piel ¡mi alma vibró! Años más tarde decidí retomar esta idea en pequeño formato. Afortunadamente, el proyecto (que está actualmente albergado en SoundCloud) fue bien recibido y comenzó a crecer con colaboraciones no solo de México sino de diversas partes de Centroamérica y el Caribe.

WEBSITE

Deseo publicar el sitio web lo más pronto posible para llenarlo de contenido y sumar a muchas más personas. La idea es darle difusión a las voces apasionadas de la poesía, tengan o no trayectoria: ya sea que escriban o simplemente gusten de algún poema y quieran grabarlo y compartirlo. Mi intención es invitar a un viaje sonoro en donde los escuchas se permitan reinterpretar, y en el mejor de los casos, enamorarse de la poesía.

LIBEROAMÉRICA

Liberoamérica es un proyecto que nace en el 2017 en Barcelona, de la mano de Lucía Bima (Argentina), Cecilia Resiale (Argentina) y Darío Zalgade (Islas Canarias), bajo la premisa de ser un espacio joven de escritura libre y gestión colectiva en torno a la literatura contemporánea y el pensamiento trasnacional. El resultado fue una revista digital bajo el mismo nombre, que el año pasado se consolidó como editorial. Su primera publicación fue la antología Liberoamericanas: poetas contemporáneas, actualmente distribuida en España, Argentina, Uruguay y Bolivia.

A la fecha, Liberoamérica cuenta con más de 500 autoras y autores jóvenes de Latinoamérica, Portugal y España, quienes colaboran con ensayos, reseñas, crítica, narrativa, poesía, ilustración, entrevistas y podcasts, entre otros.

El objetivo permanente de Liberoamérica es seguir creciendo para que las voces de autoras y autores sigan llegando cada vez a más países.

PERSPECTIVA DE GÉNERO

Las mujeres, no desde la etiqueta cerrada, sino desde la pluralidad y heterogeneidad de voces, venimos irrumpiendo fuerte en el campo literario. Quizás la antología Liberoamericanas: poetas contemporáneas sea una piedra más en este camino, en donde las mujeres desandamos las ataduras que se nos imponen. Poetas de países diferentes atravesadas por su experiencia de género, por su constitución histórica y social como mujeres, por la materialidad y los límites de su cuerpo, por las múltiples formas en que lo íntimo se vuelve colectivo. Una propuesta literaria necesaria especialmente para un país como México en donde nueve mujeres son asesinadas cada día.

Un libro de poemas como prácticas, como preguntas, como una propuesta hacia otros encuentros posibles: Roxana Molinelli.

CRITERIOS

Se aplican según el proyecto. En el caso de la antología, consideramos aspectos como: nacionalidad, el apegarse al formato requerido y la calidad de la obra presentada (ritmo, originalidad, imágenes poéticas), por mencionar algunos.

OBJETIVOS

Por ahora, me encuentro como editora de México comenzando a hacer ruido con la convocatoria para la antología de nuestro país. Después vendría la selección de textos, campaña de recaudación de fondos, prensa, así como aspectos legales y financieros para consolidar la editorial. Espero que el proyecto se concrete para este año, y más espero conseguir apoyo de algunas chicas [risas].

VOCACIÓN

Dicen por allí que la vocación es la que te elige a ti y no tú a ella, y aunque me parece algo pretencioso, de momento no encuentro otra forma de explicarlo. Supongo que es una especie de llamado secreto en donde el ritual consiste en sostener un fuego milenario y portarlo con honor hasta el día de tu muerte.

La poesía es la forma honesta que tengo de reafirmar mi existencia en este mundo. Además, es una gran responsabilidad de comunicar con la mayor claridad posible mis pensamientos y emociones para (en el mejor de los casos) proporcionar a los otros una vía alterna para lidiar con la paradoja de la soledad.

INTERDISCIPLINA

El arte se encuentra en nuestro día a día, es esa captura meticulosa de la belleza desde nuestra dichosa subjetividad. Me encanta el arte por su nobleza de recordarnos a través de diferentes medios que somos humanos. He tenido la fortuna de poder interactuar con disciplinas como la actuación, el cine, la música y la literatura, y cada día me hace más eco algo que dice mi papá: de todo se aprende. Sé que soy muy afortunada de contar con estas experiencias. Aunque a veces están en un gabinete, sabes que puedes recurrir a ellas en cualquier momento.

GUADALAJARA

Seguimos creciendo en el aspecto cultural. Es interesante el momento de denuncia que estamos atravesando porque ha visibilizado esta rabia colectiva, la cual se manifiesta en más proyectos y autores que salen de sus cuevas para decir acá estoy, este soy. Algunas de mis recomendaciones son: la editorial de plaquettes artesanales Sombrario; Proyecto Ululayu y Por favor, lea poesía; la revista independiente (y hecha por mujeres) Áspera; el proyecto de difusión cultural Lugar Común; el Colectivo Chadabra liderado por la poeta Sofía Cham; la editorial cartonera El Viaje y sus múltiples eventos, como la reciente Feria de Editoriales Independientes; el programa de radio Poesía on the Rocks (C7) conducido por la poeta Ileana Hernández Arce, entre otros.

LATINOAMÉRICA

Percibo mucha libertad creadora en ebullición. Es un escenario emocionante e idóneo para descubrir nuevas voces, nuevos proyectos que salen de la norma para cautivar a más públicos. Referente a la poesía, hay proyectos excelentes y comprometidos como el de la compañera Ale Oseguera en España, Hermanas del Desorden; el movimiento punk literario llamado Literror en Chile (liderado por Vicente Rivera, David Ortiz, Víctor Munita y Tania González); la red de revistas independientes y disruptivas El Ático Pent Cultural (coordinada por los mexicanos Leonardo Garvas y Ulises López). Propuestas sobran, lo que urge es la difusión.

MUNDO

De momento me pregunto con curiosidad: ¿qué proyectos de difusión cultural estarán ocurriendo en India, Egipto, Finlandia, Palestina, Japón, etc.? ¡Hay tarea por hacer! Creo que la violencia, el calentamiento global y el sistema capitalista bajo el que vivimos, nos dan algunas pistas de que los autores seguramente también tendrán una actitud de protesta en sus trabajos.


VÍNCULOS

Voces Encendidas // Facebook

Liberoamérica // Facebook

Liberoamérica colaboraciones




Edición de textos: Christian Núñez. Fotografías: Gabriela Alatorre.





Conoce la obra poética de Mónica Licea: Visión de la ira I ConejoBelga




Derrota de mar · Marco Antonio Murillo



Con el pretexto de su libro más reciente,
Derrota de mar, el escritor Marco Antonio Murillo
reflexiona sobre su itinerario poético.
RETRO
Hago una retrospectiva y puedo decir que he sido afortunado en mi formación literaria: estudié tres años en el programa de Creative Writing de la Universidad de El Paso, luego estuve dos años como becario en la Fundación para las Letras Mexicanas. Cinco años en los que viví fuera de Yucatán y entré en contacto con distintas formas de pensar la poesía. Antes cuando leía algún libro que no era de mi gusto, solía hacerlo a un lado, ahora no: lo cuestiono, algo podré aprenderle. Ello naturalmente se ha reflejado en mi poesía: antes pensaba el poema como una maquinaria que solo podría representar al mundo de una forma "bella" por así decirlo; ahora me interesa el poema como soporte de distintos géneros, lo narrativo, lo ensayístico, lo visual, y no por ello pierde su calidad estética. En 2009 trabajé un libro llamado Muerte de Catulo, el cual recuperaba algunos temas de la tradición grecorromana; ahora, 10 años después, un nuevo libro me devuelve allí, pero desde otra perspectiva: el collage, las citas, el poema visual; lo grecorromano está presente en el herbario de Emily Dickinson y en los asfódelos de William Carlos Williams, las plantas son parte de la vida y la muerte de las personas. Este proyecto del que te hablo me entusiasma, es una mezcla de poemas narrativos y ensayo. A la par, también me encuentro trabajando un libro de ensayos sobre Batman, donde busco recrear las atmósferas vistas en el cómic, mientras se reflexiona sobre el universo de este súper héroe.
MAR
Derrota de mar no es un poemario tan nuevo como todos piensan. Es, de hecho, la segunda vez que se publica, antes se llamaba Mascarón de proa y venía incluido en el libro La luz que no se cumple acompañando a Muerte de Catulo. De todos modos yo lo veo como un libro muy diferente a ese momento, en el que se podía leer como la historia de un mascarón de proa desde que se concibe hasta que yace hundido al fondo del mar. Ahora, gracias a que incluye nuevos poemas y he corregido otros, es muchas cosas, de acuerdo a las partes que lo conforman: primero, una reflexión sobre la poesía; segundo, la historia de un mascarón de proa; luego, una recreación de la vida marina; después, varios homenajes a ciertos autores que escribieron sobre el mar: Zaid, Perse, Mutis; y, por último, mi experiencia muy personal con el mar. Me gusta pensar Derrota de mar como un mosaico de muchas cosas finamente entrelazadas por un mismo paisaje, tal como ocurre en el Caribe yucateco: los niños en la arena, los papalotes y pájaros en el cielo, la música que viene de los restaurantes, los vendedores de dulces, los bañistas, los flotadores con forma de monstruos marinos, las ruinas de casas, las motolanchas, todo ello enmarcado por un mismo cuadro, el mar.
MAGO
Hay varias formas de montar un libro de poesía, pero todas ellas llevan a lo mismo: que la lógica planteada de principio a fin tenga una razón y esta no se traicione (a no ser que el pretexto de hacerlo sea muy bueno). De todos modos, cada libro de poesía bien hecho tiende a desplegar su propio mundo y a pedir ser valorado de acuerdo a lo que propone. Pienso en algunos ejemplos: Alquimia de tendajón de Charles Simic: es un libro que tiene la forma de su propio tema: las cajas de Joseph Cornell. Lo leo e inmediatamente me recuerda una caja llena de cosas muy distintas, vinculadas por una sola dialéctica. A su vez cada poema, o cita los diarios de Joseph Cornell (un diario es una caja escritural, personalísima) o habla de cosas contenedoras (un tragamonedas, una foto) o es una caja en sí misma (de ideas, de reflexiones). También está Contranatura de Rodolfo Hinostroza. El poemario se llama así, a mi juicio, por la forma que tienen los poemas (muchos de ellos en fragmentos) y por lo difícil que resulta leerlos: si a menudo el tema que desentrañan es filosófico, hay que agregar la cripticidad desde la cual son evocados. Otro ejemplo, ahora más cercano a nosotros, es Moneda de tres caras de Francisco Hernández. Este es un libro cuya unidad la da ingeniosamente el título: Moneda de tres caras: un libro que recoge las biografías de tres artistas clásicos: el músico Robert Schulman y los poetas Hölderlin y George Trakl. Y así hay muchos otros ejemplos. Valorar el libro de poesía en su conjunto, entonces, se parece a descubrir por nosotros mismos el truco del mago, es decir, cómo lo hace y para qué lo hace y más: qué habría pasado si…
AUTORES
Al paso de los años me he descubierto espiando los poemas de dos personas: Wislawa Szymborska y Antonio Cisneros. Siempre he pensado que un escritor no se define como tal por el grado de sensibilidad que pueda tener frente a la realidad, sino a una inteligencia asociativa, esto es, la capacidad de mirar el delgado vínculo que tienen dos o más cosas entre sí, o bien, la ingeniosidad de inventarles dicho vínculo. Para mí tanto Szymborska como Cisneros son epítomes de esto que vengo diciendo. Cómo olvidar La mujer de Lot, de la polaca, o En defensa de César Vallejo y los poetas jóvenes, del peruano.

CASI UNA ISLA
Los criterios de la antología fueron muy simples: que los autores demostraran su relevancia en el acontecer literario local (ya con publicaciones, premios, becas) y que hayan nacido en Yucatán, o su periodo de formación haya sido en el Estado. Hay otro criterio que no está nombrado, pero el paso del tiempo nos lo ha hecho ver: que los autores elegidos salieran en algún momento de la entidad. Hago retrospectiva: Agustín Abreu lleva más de siete años en los Estados Unidos, Manuel Iris más de diez, Jorge Manzanilla regresa a ese país para estudiar su doctorado. Nadia Escalante, Ileana y tú mismo vivieron en la Ciudad de México una larga temporada. Wildernaín Villegas nació en Yucatán, pero se fue a vivir a Quintana Roo y muy frecuentemente es invitado a participar en actividades artísticas fuera de allí. Karla Marrufo vivió mucho tiempo en Veracruz. Salir es muy importante para el artista, le da mundo de qué hablar y humildad para saber que no solo existe su trabajo y sus lecturas, o la de los amigos cercanos. Luego, puedo decirte que la antología quedó tal y como la planeamos Jorge y yo, un compilado de los autores yucatecos que más nos interesaban en esos días, no un estudio crítico de la poesía yucateca de los ochenta, tampoco un directorio democrático de todos los autores yucatecos que tuvieran desde un poema hasta un libro. Hay que mirar a las antologías como lo que son: un documento compilatorio donde el gusto y los criterios estéticos de uno o varios autores pesa. Sabiendo esto, no nos asustemos si tal persona no seleccionó nuestro trabajo o en tal antología no aparece la obra de cierto autor que nos fascina. No por ello va a estar mal, simplemente es un documento diferente al que uno haría.
CRÍTICA
En la reseñade Daniel Medina a Casi una isla hay un cierto descuido al acercarse y entender la escritura de dos autores que lo repelen como lector. Se critican los poemas October Fields y Preacher, se dice que carecen de contundencia. Ahora pienso: ¿por qué un poema breve debería tener contundencia? Hay muchas formas del poema breve y maneras de llevarlos a cabo. Allí están Antonio Gamoneda y Alejandra Pizarnik, que aspiran a una poética de la brevedad que podría relacionarse con lo que busca Daniel; pero también está Hugo Mujica, su poética no es de la contundencia, sino de la reflexión a través de la atmósfera mística que despliega. Él tomó votos de silencio por muchos años, su poesía sigue haciendo esos votos, entonces lo contundente sería romper con ellos. Y hay más casos: El libro de los fracta, de Horacio Costa, es un título rarísimo y difícil de leer. Su brevedad es dura como piedra, pareciera que quiso reproducir Canto a un dios mineral en el menor espacio posible. También se habla de Karla Marrufo y sus poemas Leyes de gravedad y Lección I, se dice que son lineales, monótonos y armados a partir del lugar común. Más que lineales o monótonos, estos poemas son unitemáticos, pertenecen a una colección mayor, que en su conjunto va a seguir dando vueltas alrededor del mismo asunto, el vuelo, el aire, los pájaros. Yo no lo veo como algo peyorativo, es otra forma de hacer poesía. Antes te mencionaba Alquimia de tendajón, Contranatura y Moneda de tres caras, comentaba cómo es que creo que funcionan estos libros. Ahora bien, hay otros que tienen que ver con lo serial, su motivo es claro, su fuerza radica en cómo agotan el tema y cómo logran crear una maquinaria asociativa alrededor del mismo. Pienso en El campo, de Martín Glaz Serup, fácilmente podría tener cada uno de los epítetos que comenta Daniel: lineal (todos los poemas son en prosa y tienen el mismo tono), monótono (no hay un solo poema que no hable del concepto campo) y lugarcomunero (el campo, junto con las flores, el amor, el padre, los pájaros y la muerte deben ser los temas artísticos más recurrentes). Con respecto a que si en los poemas de Karla Marrufo hay lugar común, sí lo hay, pero un lugar común no es malo, siempre y cuando sufra un giro de tuerca o se le asocie con algo nuevo, por nimio que esto sea; este asunto, a mi juicio, logra salvarlo la autora.
DESAPARECER
Una vez que una persona decide publicar, difícilmente va a poder desaparecer del panorama. Aunque ya no esté en escena, sus textos, sus libros van a seguir por allí aguardando al lector. Tú has publicado varios libros de poesía y saliste en Casi una isla, era de esperarse que en algún momento alguien se topara con tu escritura y hablara, en este caso, en contra. Pero también existen aquellas críticas en donde se llega a ofender al autor. Sobra decir que no debemos tolerarlas, pues no son producto de una lectura seria, sino de alguien poco profesional. ¿Para qué perder el tiempo haciéndoles caso?
Respecto a las críticas emitidas por Daniel, deben ser bienvenidas. Más vale que te critique negativamente a que no lo haga, quiere decir que te ha prestado atención y se ha tomado la molestia de leerte a su manera. Eso, para mí, es bueno. Una crítica negativa vale más que una positiva. Aunque no le hagamos mucho caso, hace que crezcamos como autores o como personas.
BREVEDAD
Pocos saben, pero, junto con Jorge Manzanilla, también planeamos extender el proyecto de Casi una isla hacia otros estados del sur de México, en un segundo volumen que se publicaría después. Yo me fui a El Paso y, por azares del destino, en 2015 perdí contacto con Jorge durante varios años. Mientras estaba en la FLM decidí continuar el proyecto y fue así que salió Fragilidad de las aguas. Antología poética del sureste mexicano 1980-1989, la cual publicó José Ángel Leyva en La otra. Se puede revisar en este link. En ella selecciono a dos poetas que han hecho de la brevedad su paraíso: hablo de Alfonso Graniel, de Tabasco, y Matza Maranto, de Chiapas. Cada uno resuelve el poema breve a su manera de entender el mundo.

SABOTAJE
El ambiente literario yucateco es tan pequeño que cuando publican a alguien se arma un alboroto, y comienza la cacería de brujas. A eso se le llama sabotear el libro sin haberlo leído, y está mal. Si vemos que alguien ha publicado, acerquémonos a su texto y hablemos desde lo que nos propone. De lo contrario estaremos despreciando un libro que fue a) escrito por una persona con cierta formación literaria; b) un consejo editorial que lo aprobó; c) diseñadores, correctores, y d) a nosotros mismos, porque nos perdemos la oportunidad de leer algo diferente. Por allí corría el rumor de que Casi una isla había sido publicado gracias a que Jorge Cortés era cercano a la Red Literaria del Sureste. En esa antología hay pocos miembros de la misma, y los que están pertenecían solo de nombre, hace años habían dejado de participar. Yo estoy con la RLS (más ahora que antes), pero en 2013 cuando se estaban iniciando las gestiones para publicar Casi una isla, ya me había ido a El Paso y desentendido de Yucatán, por lo que Jorge Manzanilla, que nunca ha estado en ningún grupo, tuvo que hacer todas las gestiones necesarias, vaya, él era quien daba la cara ante la Dirección de Literatura. El libro fue rebotado en dos ocasiones por el consejo editorial de la SEDECULTA y vuelto a entregar con correcciones. Por eso tardó dos años en salir.

PLEITOS
El otro día me encontraba platicando con Jorge Mendoza, quien fuera director de la Enciclopedia de la Literatura en México. Me preguntó por Yucatán, que si consideraba que había crecido y cómo veía a los colegas. Le dije que las letras yucatecas habían crecido gracias al aparato crítico y lector aportado por las licenciaturas en literatura (UADY, Modelo y República de México), y la formación otorgada por las escuelas de escritores; pero me preocupaban los pleitos entre distintas personas y grupos. Me quedo con lo que me dijo entonces, que esos conflictos son, en realidad, muestra de salud literaria. Tiene razón: el hecho es indicador de que ya hay varias formas de entender la literatura en el Estado, y naturalmente van a chocar entre sí. Ahora bien, si los grupos son lo suficientemente maduros para escuchar y aprender, irán mejorando con el paso del tiempo. Al final no se trata de ver cuál grupo es el mejor y por qué, sino de estar en constante debate, aunque nunca se llegue a un acuerdo en común.
DISTRIBUCIÓN
El gran problema que sufren las letras yucatecas siempre ha sido y será la promoción de los libros fuera del Estado. La antología Casi una isla generó conflicto solo en su propia casa, no con sus vecinos. SEDECULTA nunca la sacó fuera del Estado. La única vez que este pez salió de su pecera fue cuando la presenté en La casa del poeta Ramón López Velarde. Es triste, porque la antología se parece a su título: si no fuera por esa salida y el hecho de que sus integrantes han presumido uno que otro ejemplar fuera de Yucatán, sería una isla, toda incomunicada de sus lectores. Este es el destino del noventa por ciento de los libros publicados en Yucatán, no existir para el país. Ahora bien, lo que rescato de Yucatán es que el campo literario está comenzando a cultivarse, aún hay cosas que no se han explorado del todo. Si aprovechamos este momento, podríamos crecer a la par.
PELIGRO
Siempre lo he dicho, Yucatán es peligroso para la gente que está iniciando en la literatura, y tiene algo de talento. Como estamos en un sitio cuyo gremio literario es pequeño, a esta gente se le suele aplaudir de más y celebrar situaciones que en otra parte de México son comunes. Lo triste del caso es que se les celebra por celebrar, ni siquiera se lee su obra. Entonces, lo que ocurre es que se les impide el crecimiento profesional, pierden el piso y la capacidad de autocrítica, y luego ya no corrigen sus trabajos. Esto es algo que veo que ocurre con frecuencia en la generación de los noventa, sobre todo en los hombres. Es necesario dejar de hacerlo ya, si queremos que el barco literario yucateco siga a flote y llegue a alguna parte.
FRUTOS
Aportaciones de Yucatán tal cual un día lo hicieron estados como Chiapas y Tabasco, no hay. Lo que sí hay son escritores cuyos nombres suenan en el contexto mexicano actual: han obtenido premios, tienen libros buenos, disfrutaron de becas importantes, ya tienen su camino trazado y saben cómo seguirlo. Leer, escribir y cosechar frutos es lo que les toca.
RECOMENDACIONES
Poesía: Cielo nocturno con heridas de fuego, de Ocean Vuong. Este libro recibió el premio Bellas Artes de traducción, a cargo de Elisa Díaz Castelo.
Narrativa: No se trata del hambre, de Josué Sánchez. Con este libro Josué ganó el premio Tiflos de narrativa. El primer cuento es bellísimo, uno de mis favoritos, se trata de un hombre que predice su futuro comiendo hamburguesas.
Ensayo: El punto ciego, de Javier Cercas. Este novelista español propone una nueva forma de acercarse a las novelas, y es a través del punto ciego, es decir, ese espacio que el autor deja hueco, con el fin de que el lector lo llene con sus reflexiones.
Novela gráfica: From Hell, de Alan Moore. Sería poco decir que se basa en los asesinatos perpetrados por Jack el destripador, porque el autor mete el asunto de la cuarta dimensión y todo se vuelve una locura.
Videojuego: Red Dead Redemption 2. Olvídense de todo lo anterior y ocupen su tiempo en montar caballos en el Viejo Oeste.
***

Maestro en Escritura Creativa por la Universidad de Texas en El Paso, y licenciado en Literatura Latinoamericana por la Universidad Autónoma de Yucatán, Marco Antonio Murillo ha publicado también los poemarios Muerte de Catulo (Rojo Siena, 2013) y La luz que no se cumple (Artepoética Press, 2014). Es coautor, junto con Jorge Manzanilla, de la antología Casi una isla: 9 poetas yucatecos nacidos en la década de 1980 (SEDECULTA-CONACULTA, 2015).

Edición de textos: Christian Núñez. Imágenes: Marco AM

Derrota de mar / lee un adelanto en ConejoBelga.


A mis sesenta y más · Libia Lizama Crespo


A propósito de su primer libro publicado,

Libia Lizama concibe la poesía

como invitación y atrevimiento.

Bellas Artes

Sabía que necesitaba herramientas expresivas, y en la escuela de creación literaria de Bellas Artes me las dieron a manos llenas. Ahí encontré lo que estaba buscando. Precisamente, porque tuve maestros maravillosos, bien preparados. Yo era una alumna muy exigente, con ellos y conmigo. Les decía: «Ustedes saben que tienen una alumna de lento aprendizaje.» [Risas.] Desde que era niña, tenía problemas para memorizar. Sufría mucho en la escuela, porque a la hora de los exámenes mi mente se quedaba en blanco. Pero los conocimientos los tengo. Los puedo utilizar escribiendo, no diciéndolos de memoria.

Siento que el libro fue escrito a conciencia. Dado que es biográfico, fue posible decir: esto fue lo que viví primero, esto fue lo que me hizo reaccionar, y esto es lo que estoy viviendo hoy: mi libertad. Me gusta mucho lo que estoy expresando, ese atrevimiento que antes era imposible manifestar—por la edad, por la falta de conocimientos. Creo que ahora ya nadie me para.

+60

Alguien de Bellas Artes me dijo: «¿Te das cuenta de lo que estás haciendo? Eres una alumna, estás saliendo de la escuela, tienes más de sesenta años y—la palabra mágica—eres mujerAl principio, creí que era un atrevimiento de mi parte, por la edad que ya tengo, y muchas personas me lo advirtieron, sobre todo la familia. Pero si otros escritores lo pudieron hacer, yo porqué no. Tenía ciertos temores, pero ahora que ya convivo con otro tipo de poetas, de diferentes lugares, me doy cuenta que era risible esa manera de pensar. Finalmente, voy por el camino correcto.

Proceso creativo

Trabajé los poemas aproximadamente año y medio, y compuse el libro a mi salida de la carrera. Recuerdo que el día de la graduación, solo presenté 10 textos de 25. Me ayudó mucho la lectura de Ramón López Velarde, y sobre todo de Juan Rulfo, por la fuerza que tuvo para enfrentar lo que había vivido, y el modo como lo plasma en sus trabajos. Durante su infancia, Rulfo se enfrentó a la guerra, mataron a sus padres, y se acostumbró a estar con los muertos, a relacionar las historias de los muertos entre sí.

Estilo

Con frecuencia escucho—y me da mucha tristeza—a muchos jóvenes que utilizan palabras altisonantes y grotescas en sus trabajos, de forma gratuita. Mi estilo consiste en hablar del amor, el desamor y los problemas actuales con sensualidad, sin rebasar ese límite, sin llevarlo a lo grotesco y vulgar. El día de la graduación, una persona me comentó: «Qué manera más literaria de decir Hazme el amor sin utilizar palabras vulgares.»

Invitación

A mis sesenta y más lo presenté en Mayo, en el Instituto Tecnológico de Mérida. Incluso asistieron mis maestros de Bellas Artes. Lo comentó el coordinador de la carrera, José Díaz Cervera. Estaban asombrados, porque el teatro lucía llenísimo. En general, ha tenido mucha aceptación. Muy buenos augurios.

Siento que mis poemas son un ejemplo de que podemos salir adelante. A pesar de los problemas que vivimos las mujeres. Suelo incluir en la dedicatoria una frase: Si lo crees, lo creas. Solo tienes que atreverte, sin importar tu edad. Estoy consciente de que muchas mujeres pasamos por situaciones que nos reprimen de formas distintas, en todos los aspectos, y el libro es un ejemplo de que sí podemos salir adelante. Nada más tenemos que intentarlo. Porque no podemos permitir que acaben con nosotras, sin luchar. Yo luché ya grande, pero lo conseguí. Y cuando digo situación difícil, estoy hablando de la nulificación de la mujer, aquí en Yucatán. En el libro, hay un poema que habla de ello: Esto no es un reproche. Esto es una invitación a que sigas adelante.

Puedo decir que ahora estoy viviendo para mí.

Epílogo

En una ocasión, escuché el testimonio de cierta mujer que había matado a su marido. Lo descuartizó y se lo llevó a tirar en una bolsa. Y cuando la detuvieron y le preguntaron cómo se sentía, nunca voy a olvidar las palabras que respondió: «Siento que me quité un peso de encima.» Con esa respuesta, ya sabes lo que había vivido.




A mis sesenta y más [Selección]

Desabrida

Inservible me llamaba,

desabrida.

Me cubría con sábanas de astillas,

me ahogaba de relámpagos,

sus besos eran navajas.

Me desvestía como se desnuda

una alfombra envejecida,

yo salía de esa alfombra

cual ácaro avergonzado.

Más de sesenta

Con qué lenguaje puedo dibujar

que el mundo en que viví

fue de polvo delicado.

No es fácil desnudar el corazón

cuando se tiene más de sesenta años.

Deambular sobre un desierto

sin luces de esperanza ni calor.

Vivir de ilusiones y sueños

frustrados.


Aún creo en el amor,

y tú, colibrí,

jamás degustaste el néctar

de mi esencia.

Quiero

Yo quiero de ti un beso,

un beso pequeño

cual pizca de comino,

un beso que sazone

mis rendijas y mis sueños.

Me pregunto

Aquí frente al espejo,

miro mi piel que sobra,

mis senos dormidos,

mi cintura sin sueño,

mi vientre de tres partos,

mis caderas espesas.

Me pregunto si en tu

imaginación

soy aquella muchacha

que dibujabas en el viento,

hace cincuenta años.

Descalza

Quiero correr descalza por los aires,

desparramar heridas sobrantes,

oler un follaje púrpura,

reposar sobre hojarascas.

Aprender a saborear

la melodía de mi vida.

Edición de textos: Christian Núñez Imágenes: DUDUMDUSH


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