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La rata con Thinner · Omar Ramírez





Omar Ramírez recopiló 71 relatos de Internet
para integrar la antología La rata con Thinner,
un fenómeno masivo de contracultura digital.

< inicios >
Empecé a escribir mis primeras historias desde que iba en secundaria, aunque eran solo fanfictions de las series de TV que me gustaban, pero solamente escribía por escribir, sin intenciones de hacerlo seriamente y sin respetar mucho la narrativa aunque ya tenía buena ortografía. Se me ocurrían historias que consideraba buenas y también las escribía, luego dejaba pasar el tiempo y volvía a escribir otras cosas. Me inspiraba un poco en los relatos de José Emilio Pacheco que me hacían leer en la escuela y en un inicio trataba de imitar su estilo narrativo, con eso creo que el mío se fue desarrollando hasta que unos años más tarde combiné todo lo que tenía en mi primera novela. Aunque no era buena, me siento orgulloso de ella por todo el trabajo y esfuerzo que invertí al escribirla y porque se trataba de algo que yo hice y fue ahí cuando me di cuenta de que quería dedicarme a esto. He continuado con la escritura de más obras a lo largo de los años, mejorando cada vez más mi narrativa porque tengo intenciones de poder publicar algo y si fuera posible, vivir de ello, pero a pesar de que he mejorado mucho con respecto a mis inicios, sé que aún me falta mucho por aprender.

< antología >
Sucedió a inicios de junio de 2022. No es una historia realmente interesante. La verdad es que no tenía nada que hacer cuando me surgió la idea, es decir, simplemente por ocio me preguntaba qué otros relatos había aparte de La rata con thinner, La cabra en el columpio y demás, y decidí empezar a buscar los que recordaba, pero como no conocía todos decidí preguntar en un grupo de Facebook llamado Shakespeare nos escribió si había más. Nunca me imaginé que al hacer eso iba a causar tanto revuelo. Como ya mucha gente estaba al pendiente de ello, me sentí con la responsabilidad de terminar el libro y tomarme más en serio ese trabajo. Muchos otros me ayudaron pasándome más relatos, algunos propios, hablé con los autores de algunos de los textos y me dieron permiso de usarlos y así, poco a poco, se formó la antología.

Todos los relatos que componen esta antología tienen algo en común: son bizarros, raros, utilizan el humor negro, se burlan de la gente y de sus intentos por sobresalir, pero nadie sabe si todo lo que se cuenta en ellos realmente sucedió. En algunos casos se desconoce al autor, muchos textos ya circulaban por Internet y al parecer hubo varios intentos de recopilarlos todos; sin embargo, pienso que el mío fue el primer intento serio, y el que se hizo más conocido. Muchos de estos relatos tienen bastantes faltas de ortografía, de redacción y de estructura narrativa, en algunos casos tuve que corregir palabras o frases pero tratando de conservar esa esencia que tienen, por lo que en algunos casos hubo la necesidad de dejar ciertas fallas. Hubo también gente que me envió escritos propios para que aparecieran en la antología, pero no encajaban con el mismo estilo de los demás relatos y por eso tuve que rechazarlos.

Varios de estos relatos habían salido de ciertas páginas de Internet que en su momento desconocía. Los autores se pusieron en contacto conmigo y aunque algunos se mostraron felices por su inclusión, hubo en especial uno que no estaba contento con el proyecto. Finalmente, me permitieron publicar los relatos con sus respectivos créditos. Por esa razón anduve buscando hasta donde fuera posible a los autores de todos los relatos, pero en algunos casos resultaba imposible.

Al final había recopilado 64 textos que con el tiempo subieron hasta llegar a 72, y en la versión final que liberé recientemente tuve que eliminar Tripas, de Chuck Palahniuk, porque no contaba con el permiso del autor para subirlo (es decir, el autor no sabía que su historia estaba en este compendio) y también porque siento que aquella ficción tampoco encajaba con el resto de la antología por ser escrita por alguien fuera de Latinoamérica y por tratarse de un escritor profesional que desencajaba con los demás escritos cuya narrativa no está bien lograda. De modo que al final quedaron 71 relatos. Esta versión la he subido a 3 nubes diferentes; son los links oficiales y si la antología se actualiza después, será en estas nubes donde los suba.

Como la antología se volvió viral, mucha gente empezó a subirla a diferentes páginas. No tuve problema con ello porque originalmente estaba pensada para que fuera de libre distribución. Entonces descubrimos que la antología estaba a la venta en Amazon, en una versión física. De modo que, después de consultarlo con los autores para obtener su permiso, decidí registrar el libro en el INDAUTOR (Instituto Nacional de Derechos de Autor) de México como obra recopilatoria y aparecí como el compilador de la misma. He registrado muchas obras mías antes, así que conocía muy bien los procesos, los documentos requeridos y el precio que cobran para todo el trámite.

La gente ya sabe de sobra el contenido que tiene la antología y que es para mayores de 18 años. Todos parecen encantados con ella y me felicitan a menudo por haber hecho ese trabajo. Se siente un poco extraño, pero me da gusto.

< impacto >
Cuando empecé a trabajar en La rata con Thinner, jamás me imaginé que se volvería tan viral. Todos los que la leen sabiendo que su contenido es hasta cierto punto asqueroso, coinciden en que es una obra única, que lo que yo hice marcó un antes y un después en los fenómenos de Internet y hasta bromean considerándola una obra maestra de la literatura universal, comparándola con piezas de alto calibre como El Quijote, La Ilíada y La odisea. He recibido muchos mensajes de felicitación, me piden que les pase el libro y cosas por el estilo. Incluso en el grupo donde nació la antología me entregaron un diploma simbólico por haberlo creado. Mi propia familia se ha enterado del éxito de la obra y también me han felicitado por ella, comentando que la han visto en todas partes en Internet.

Sólo liberé la antología en redes sociales y en Internet pero, según supe después, hubo una presentación con lectura de algunos de los relatos en un restaurante de San Luis Potosí. No tuve la oportunidad de estar presente. Creo que ya le han hecho de todo: una reseña en una página web que cuenta la historia de cómo surgió, varios videos de YouTube donde leen algunos de los relatos, una mención en el podcast de leyendas legendarias, una entrevista que me hicieron para otro podcast en la que conté cosas referentes a ella y otra entrevista para un trabajo escolar que pienso que fue un éxito porque la que me entrevistó ya no se comunicó conmigo, además de la cantidad de memes que le han hecho.

Muchas de estas historias ya circulaban en Internet desde hace años y yo sólo hice el trabajo de compilarlas todas en un solo volumen. Pero también había gente que no las conocía y una recopilación como ésta les llamó poderosamente la atención. Supongo que fue por morbo más que nada; creo que este tipo de relatos nos llaman la atención por ser así como son de bizarros y repulsivos.

En general he recibido críticas positivas, sin contar los reclamos de uno de los autores que se molestó de que sus historias aparecieran en el libro, aunque al final llegamos a un acuerdo. Pero en una ocasión recibí un mensaje anónimo de alguien que decía ser autor de uno de esos relatos (pero nunca me demostró que lo era ni me dijo cuál), me amenazó con demandarme por haber hecho la antología y de ahí ya no volvió a responder. Confieso que sí me saqué de onda porque nunca me había pasado eso. Y también hay otras personas que me critican porque creen que estoy lucrando con la antología cuando no es así. Desde un inicio yo no tenía intenciones de vender la antología, porque sólo uno de los relatos incluidos es de mi autoría. Hubo polémica con algunos de los autores que pensaban que lo iba a vender hasta que llegamos al acuerdo de que me permitirían usar sus relatos a cambio de que el libro no se comercializara y así ha sido hasta ahora. La rata con Thinner es de uso libre y siempre será así, no está a la venta en ningún lado (y como dije antes, alguien más lo subió a Amazon para comerciar con él, pero hasta ahora no ha respondido).

Tras la publicación, los autores no han hablado conmigo más que para felicitarme, y aún siguen publicando en sus páginas de Facebook. Por cierto, la portada la hizo un miembro del grupo Shakespeare nos escribió llamado Alejandro Hernández Jacobo, quien se ofreció para hacer una portada que remitiera a los libros de primaria de los 90’s en México, concretamente el libro de español de primer grado, conocido como el libro del perrito. Justo yo también imaginé la portada del libro con esa ilustración y el fondo amarillo, como parodia de aquellos libros de texto.

< feedback >
La rata con Thinner deja al descubierto varias cosas que suceden en nuestra región, las cuales no deberían de suceder, pero suceden tan a menudo que se vuelven parte de lo cotidiano a tal punto que nos acostumbramos a ellas. Se refleja mucho también la pobreza y las carencias que viven muchos de los protagonistas de los relatos, que al estar en esa situación no tienen de otra más que delinquir, robar o cometer toda clase de actos criminales. A muchos nos parecerá cómico este aspecto de los relatos pero la verdad es que muchas de las cosas que suceden sí podrían pasar en la realidad. Incluso en los relatos que hablan de sucesos paranormales pienso que hay algo de realidad en ellos. Así como también ciertos relatos que son positivos, por así decirlo, que cuentan grandes hazañas, historias lindas o de superación. El libro es un cúmulo de vivencias de todo tipo.

No tengo intenciones de comercializar el libro ni ahora ni después, tampoco de sacar una edición impresa, aunque hay un editor que me ayuda con vender copias físicas a todo aquel que lo quiera, siempre y cuando esas copias impresas sean para uso personal, aunque esto no signifique que esté lucrando con la antología porque él solo está haciendo su trabajo en la imprenta.

Mi relato favorito es el de Historia de amor trans, el único del cual tengo casi una certeza segura de que es real. Narra la historia de amor entre un chico y su pareja trans, pero la forma en la cual narra el desarrollo de su romance y todo lo que vivieron de verdad es muy linda, creo que es el único relato alegre de todo el libro. Otro de mis relatos favoritos es el de La bruja del 48, que narra la historia de una anciana que participa en una maratón; la verdad, se me hizo muy inspirador.

Las cosas que yo escribo no se parecen en nada a lo que aparece en la antología, incluso intenté escribir algo parecido e incluirlo (el relato de La Zarina) pero siento que no salió como esperaba. Sin embargo, ya que no solicité ninguna remuneración económica por hacerla, yo mismo pedí que aquellos que quisieran agradecerme por haber creado el libro, podrían hacerlo leyendo mis propias obras, y sí, tuvieron más lecturas, en algunos casos se ofrecieron a ayudarme con correcciones de estilo y consejos de escritura, pero eso fue todo.

El ser autor de obras literarias me ha acercado con varios autores latinoamericanos que tienen mucho potencial hasta para publicar best sellers pero que no son tomados en cuenta por diversas razones, desde falta de oportunidades, falta de apoyos o a veces hasta falta de confianza en sí mismos. Casi todos ellos suelen publicar en Wattpad, una plataforma muy popular pero con pésima reputación por la gran cantidad de historias de adolescentes que ahí proliferan. No obstante, he encontrado algunas joyas literarias que merecen ser leídas. Muchos de nosotros estamos en la lucha de poder publicar algo y volvernos profesionales, y muy pocos lo han logrado.

Tengo muchas novelas y cuentos, pero me gustaría hablar de dos de ellos, que son los más populares y los que considero mejores. Yatareni es una novela de 3 volúmenes [1 + 2 + 3 ] publicada en Wattpad. Trata de Eliseo, un pasante de arquitectura que se muda a un pueblo homónimo en la provincia mexicana, donde trabajará como asistente de un arquitecto que ahí reside. Aunque al inicio su estancia le parece aburrida, después conoce a un grupo de chicos un poco extraños que disfrutan del manga y del anime, y decide entablar amistad con ellos porque también le gustan esas cosas. También conoce a dos chicas físicamente idénticas llamadas Mayra, aunque diametralmente opuestas en cuanto a personalidad. En sí, la historia trata principalmente del desarrollo de la relación entre Eliseo y una de las Mayras, la más tímida e introvertida, y con ayuda de sus nuevos amigos tratará de ayudarla a salir de la soledad en la que vive.

La segunda historia, también publicada en Wattpad, es una novela corta llamada La brujita que cruzó a mi barrio marginal. Trata de un muchacho de preparatoria llamado Bryan que vive en Ecatepec, México, y es fanático del anime, especialmente de una brujita de anime llamada Larissa, protagonista del anime Maho Shiro. En su cumpleaños, el chico pide como deseo de cumpleaños que su waifu se vuelva real, y el deseo se le cumple porque la bruja Larissa aparece en su mundo y en su vida teniendo diversas aventuras con el chico y sus amigos. Esta novela corta plantea el choque cultural de una bruja que proviene de un mundo de fantasía donde la magia existe, con el barrio marginal donde vive Bryan. Cosas que para nosotros son cotidianas como la música popular, la delincuencia, las groserías y el modo de vida de esa gente, a ella le resulta exótico e interesante.


Para finalizar, me gustaría decir que, contrario a lo que muchos puedan creer, compilar esta antología y que se volviera viral fue un golpe de suerte. Me siento orgulloso de haber contribuido a la historia del Internet latinoamericano. Al inicio no me lo creía, pero ahora soy consciente de que he creado un verdadero fenómeno viral. Y para aquellos que quisieran iniciarse en esto de las obras literarias, les recomiendo que lean mucho, principalmente de libros cuya temática sea similar a lo que pretenden escribir, que escriban aunque lo primero que les salga sea horrible, pero así siempre se empieza, y que nunca dejen de escribir, porque esto requiere mucha fuerza de voluntad, paciencia y compromiso. Quizá haya días en los que la flojera les gane o se queden sin ideas, pero nada es más satisfactorio que ver culminada una obra después de tanto tiempo y esfuerzo, principalmente porque es algo tuyo.


entrevista + edición + ilustraciones: chris núñez
foto de portada: omar ramírez



Cuando las luces aparezcan · Roberto Abad



Cuentos distribuidos en mitades simétricas y extrañas, en todos los sentidos.
Roberto Abad, autor de Cuando las luces aparezcan, nos despeja varias dudas.

Publicación
He pasado por una serie de emociones que en su mayoría es positiva. Pasaron cinco años desde mi primer libro y había perdido de vista cómo era esa interacción que se genera en torno a la obra; quizás es que soy medio distraído. En suma, me siento contento porque creo que pese a las condiciones de la pandemia, que son adversas más en unos contextos que en otros, mis cuentos han tenido muy buen recibimiento tanto por lectores que suelen leer literatura fantástica usualmente como por aquellos que han decidido darle una oportunidad recién a este género. Pienso que incluso al libro le ha "beneficiado" de alguna manera el que saliera en este momento de la historia del mundo que, en un inicio, se comparó con un escenario de ciencia ficción (me sigue pareciendo algo soso el comparativo).

Coordenadas
Pienso que mi escritura tiene una raíz muy clara en cuanto a la exploración que intenta de lo sobrenatural. Esta búsqueda se relaciona, desde mi punto de vista, con la tradición latinoamericana, que fue muy importante en mis inicios de lector. Encontrar los cuentos de Bioy Casares, Cortázar o Amparo Dávila, o los que vienen en esa gran antología del cuento extraño, compilada por Rodolfo Walsh, fue un acontecimiento y les tengo un gran cariño. A su vez siempre me ha interesado el contrapunto del realismo norteamericano. Cuentos como los de John Cheever o Flannery O'Connor, o más recientemente Lorrie Moore, han marcado mi forma de ver la escritura. Y, por tanto, hay valores de esta narrativa que trato de poner en práctica, como la tensión o los acercamientos profundos a la psicología de los personajes. Lo hago pero sobre un telar fantástico o de ficción extraña. Es curioso que me sienta atraído por el realismo para contar historias sobrenaturales. Ana Blandiana, otra de mis predilectas, dice que lo fantástico no se opone a lo real, sino que constituye su extensión más llena de significados. Estoy de acuerdo. Siento que esas dos tradiciones han llevado el cuento muy lejos y me interesa pensarlas desde adentro.

Imaginario
En lo que escribo están muy presentes el cine y la música. El cine es una de mis actividades favoritas, me nutro mucho de él e intento ver de todo, especialmente terror porque me causa un placer muy similar al que surge en algún momento de la escritura. En ese sentido, directores como David Lynch, Theo Angelopoulos o Lucrecia Martel me han mostrado varias formas de escritura.

La música me acompaña desde chico. Crecí con instrumentos musicales a mi alrededor. Cuando escribo, me guío por el sonido y el ritmo. Me gustan las historias que aprovechan estos elementos.

Tengo un apego al cuento que no siento con ningún otro género. Siempre me ha obsesionado. Mis referencias en ese sentido suelen ser de autores que lo practicaron o que hicieron algún relato genial. Por ejemplo, vuelvo constantemente a Inés Arredondo, que fue una de las grandes cuentistas mexicanas de siglo XX. También regreso a Chéjov cada tanto, porque supo resolverlo todo.

Diálogos
Lamberti forma parte de una generación de escritores argentinos que leo con mucha emoción. Además de él, puedo mencionar a Falco, Enriquez, Schweblin, Harwicz, entre otros que seguro se me están pasando. Me siento muy identificado con la imaginación inquietante de estos autores, y con la manera en que han sabido leer, reinterpretar y cuestionar obras canónicas del género. Así que, definitivamente, hay cierto diálogo con esa literatura, que a su vez tiene resonancias de la tradición norteamericana.

Amat Escalante no me gusta mucho. Me desespera, y eso que aguanto bastante las escenas lentas. Así que mejor me quedo con Lamberti.

Sobre lo unheimlich, me parece que todos los que intentamos hacer literatura fantástica sentimos en algún momento una suerte de fervor por el ensayo de Freud, en el que desentraña ese término y te da algunas luces sobre lo siniestro. Aunque con el tiempo uno toma distancia o se encuentra con otros acercamientos teóricos, para mí sigue siendo un referente.

Proceso
Tengo temporadas en las que siento una gran atracción por ciertos temas. Digamos: el bosque, el agua, la oscuridad. Suelen ser muy genéricos, lo cual me da la oportunidad de abarcar otros tópicos sin dejar que se pierda el principal. Esto me ayuda a ordenar un poco el proceso y encaminar las historias. Así pasó con estos cuentos. Me sentí tentado a escribir sobre extraterrestres y me vi de pronto investigando, leyendo, releyendo, repasando las películas que vi de niño, tratando de rascar en mi pasado–siempre me apasionó–, y preguntándome desde dónde iba a entrarle a este tema que es en sí un subgénero. Hay tanto y tan bueno, que basta un clic para descubrir libros importantes. Al principio me cohibió, pero no dejé de escribir y poco a poco me fui dando cuenta de que era un asunto más personal de lo que creía.

Familia
Mantengo una conexión especial con Historia sobre mi familia, cuento que abre el libro. Y es que quizá se trata del relato donde pongo más de mí, de mis vivencias, cosa que suelo evitar, no me gusta ese tipo de literatura que te expone. Sin embargo, creo que siempre hay elementos útiles para la ficción. Es cierto que a mi padre le dio un derrame cerebral cuando yo era niño; fue muy complejo darle una explicación en esa época al hecho de que de un día para otro él dejara de ser quien era, del tal modo que crecí con una serie de cultivo de misterios que me hicieron tener que asumir que en todas las historias existe un vacío.

Géneros
Aunque era tentador hacer homenajes y guiños a los grandes maestros de esta literatura–algo muy común en nuestro país–, preferí integrar algunas referencias culturales que habían sido vistas con un dejo de inferioridad o que pertenecían a otros ámbitos no necesariamente literarios. Me gusta la idea de que cualquiera pueda entrar en una casa y sentirse cómodo sin tener que saber de qué están hechos los muros. También me gusta que los relatos pierdan esa distinción entre un género y otro. Claro que es algo que le debo al descubrimiento de la ficción extraña, donde hay una consigna implícita: haz lo que te dé la gana. Varios de mis cuentos obedecen este principio, y quizá por eso existen esos contrastes de atmósferas y de tonos, y entonces puede haber ciencia ficción y terror, o fantástica y noir a la vez.

PostCovid-19
No tengo una noción exacta de cómo cambió el panorama editorial. Para mí siempre ha sido difícil tener condiciones para escribir y publicar, y no soy para nada el peor caso. Yo veo siempre corriendo a mi editor, y él me dice que está apurado. Creo que en un inicio de la pandemia pudo ser más complicado, pero ahora hay nuevas dinámicas. Dudo que desaparezcan las presentaciones virtuales como forma de promoción. En cuanto a las publicaciones, no lo veo tanto como un filtro darwiniano. No sé, creo que ahora hay más espacios que nunca para publicar un texto, claro que también tienen que ver las expectativas de uno.

Ebook
Por supuesto, no salir a la calle nos impedía visitar las librerías, y entonces emergió el ebook como un aliado seguro. Pero también se abrieron muchas oportunidades para el podcast y el audiolibro. Creo que ahora muchos de nosotros estamos al tanto de las plataformas donde se suelen escuchar este tipo de materiales. Pienso que es positivo el que existan otros formatos. El siguiente paso, a mi parecer, es cómo hacer que sean más accesibles para todos los públicos.

Desafíos
Para mí el principal desafío para escribir es escribir. Llegar a ese momento en el que te sientas y dices OK, lo voy a hacer me resulta ya un logro. Quizá lo digo porque siempre estoy quitándole horas al resto de mis actividades para poder hacerlo. Me lo reprocho. También he pensado que en realidad se escribe cuando no tiene que escribirse, eso me funciona. Ahí encuentro un poco de consuelo.

Paraíso Perdido
Hemos encontrado una buena correspondencia. Mantenemos una dinámica muy flexible y abierta a las propuestas. Me gusta mucho que exista esa apertura. Tuve la posibilidad de elegir la ilustradora de la portada, que es Jimena Estíbaliz, y en general me sentí parte del proceso de edición. Creo que las editoriales independientes tienen una mejor recepción de escrituras diferentes, que salen de las tendencias, y Paraíso Perdido se está identificando por eso.

Teaser
Casi todo el tiempo estoy reescribiendo cosas, y releyendo. Ahora estoy con un proyecto de cuentos extraños, algunos de terror, otros no sé bien cómo clasificarlos, pero en todos hay angustia. Creo que son solo tramas inquietantes.


Roberto Abad. Cuernavaca, Morelos, 1988. Escritor y músico. Egresado de la Licenciatura en Ciencias de la Educación (UAEM). Ha publicado en diversas antologías y medios nacionales e internacionales; varios de sus microrrelatos fueron traducidos al francés y al portugués. Su libro de cuento brevísimo Orquesta primitiva fue publicado en 2015 por el Fondo Editorial Tierra Adentro. En 2018, ganó el XI Premio Nacional de Narrativa «Ramón López Velarde» por su libro Cuando las luces aparezcan. En 2019, fue becario de la f.l.m., en el área de narrativa. Coordinó el proyecto Breve manual del libro fantástico (UAM Cuajimalpa, 2020).

Edición de textos: Christian Núñez · Imágenes: Cortesía del autor


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Novecientos noventa y nueve · Cástulo Aceves



Platicamos con Cástulo Aceves sobre su novela
Novecientos noventa y nueve, el influjo de Roberto Bolaño
y los retos de un escritor en el México post pandemia.


IMPACTO DE BOLAÑO
Roberto Bolaño como escritor, como artista, era iconoclasta y un tanto extremista, sobre todo en esa juventud bohemia que vivió en la Ciudad de México llevando la poesía como postura vital. En ese sentido, pareciera que entre sus lectores logró el mismo efecto, radicalizando las posturas para que sólo hubiera fanáticos o detractores. Yo me tendría que contar entre los fanáticos de esta especie de culto que logró sobre su literatura, pero dicho esto, siempre he creído que soy uno sensato. Para mí es un magnífico escritor y un furibundo lector, pero cuyo boom perdió proporción. Hace unos años, en un evento para conmemorar sus, en ese entonces, seis años de fallecimiento, me atreví a decir que me parecía mejor cuentista que novelista. Se provocó todo un debate. Mi novela precisamente intenta ser al mismo tiempo un tributo y una broma sobre hasta dónde pueden llegar los fanáticos de Bolaño, o de cualquier escritor, artista o figura pública, cuando se van a los extremos.

NOVELA NEGRA
Siempre leí un poco de literatura policiaca, especialmente me gustaban los libros, series y películas de asesinos seriales, además de que hubo una época en que me clavé con el cyberpunk. Sin embargo, después de asistir varios años seguidos a distintos encuentros y festivales de novela negra en Guadalajara (organizados por Vanessa García Leyva), me convencí de que un día quería escribir por lo menos una novela policiaca. En esos momentos no planeaba que fuera mi primera novela, pero ya estaba el germen que después me llevó a escribirla. La idea siempre estuvo en mi cabeza precisamente después de aquel evento donde se dio el debate, ¿habría fans de un escritor dispuestos a asesinar? ¿Y si éstos se volvían una especie de secta? El hecho de que la historia la lleve un detective que investiga los asesinatos me pareció la forma más natural de encontrar un orden en ese caos de violencia y poesía que prefiguraba en mi imaginación.

CONSTRUCCIÓN DE PERSONAJES
En una primera versión de la novela usé el mismo juego que usa Bolaño en Los detectives salvajes, dándoles nombres distintos a varios personajes basados en personas reales, pero que fueran anagramas o sonoramente similares. Sin embargo, en un momento de su reescritura los editores me aconsejaron dejar los nombres reales pues era muy confuso. Esto le dio un dejo de meta ficción y logró un gran efecto que ha causado tanto risa como angustia. Cabe decir que la mayoría de los personajes escritores no están basados en alguien en particular, sino que formé personalidades sumando distintas características de muchos escritores que conozco o que incluso son una especie de cliché: El académico retirado, el escritor famoso y envidiado, el poeta rebelde y la tallerista ya en retiro, en realidad responden a unir piezas de muchos de los escritores que he conocido. Aún no me reclama ninguno. Aún.

PROCESO DE ESCRITURA
Mi mayor reto fue que tenía varias búsquedas que parecían disimiles e incluso contradictorias. Yo quería una novela un tanto paródica, llena de humor negro, pero muy verosímil y precisa en cuanto al contexto policiaco (en cuanto a la forma en que hacen su labor los investigadores reales). Eso me llevó a leer sobre criminología, procesos policiacos y entrevistarme con personas que trabajan en Fiscalía para entender su trabajo. Me presioné mucho sobre eso. Pero también quería una novela que, si bien estaba llena de referencias a la obra de Bolaño, fuera entendible y disfrutable para quien nunca lo hubiera leído. Finalmente, quería una novela integral, capaz de capturar al lector, un thriller con acción y vertiginoso, sin dejar de lado el aspecto literario. El resultado fue reescribirla varias veces desde cero hasta la versión final.

ESTILO
El abordaje de una novela definitivamente es diferente al de un libro de cuentos. No sólo la extensión, sino mantener el ritmo, tono y atmósfera es un reto, no diré más difícil (no creo que la novela sea más complicada que el cuento ni viceversa), pero sí diferente. Tuve que trabajar mucho en documentarme, en aspectos técnicos como los diálogos y, sobre todo, en profundizar en los personajes. Después de 999, creo que he afinado mis métodos, pero también tengo interés en seguir explorando la parte oscura de los personajes en mis historias.

REFERENTES NARRATIVOS
Ursula K. Le Guin, Quim Monzo, Paul Auster, William Gibsom, Chuck Palahniuk y, de un tiempo para acá, Patricia Highsmith.

PANORAMA LITERARIO
Creo que la pandemia afectó la industria editorial, sobre todo a la cadena productiva que terminaba en las librerías. Si bien la gente, en general, pasó más tiempo en casa, no estoy seguro de que ello hubiera implicado más tiempo de lectura, por lo menos de lectura de "literatura". Definitivamente el formato digital ganó terreno, pero no creo que ello implique el "fin del libro de papel" que tanto se temía hace unos años. El libro como objeto sigue vigente, y creo que seguirá en el futuro (y lo dice un programador fanático de las nuevas tecnologías). Lo que me queda claro es que las formas de distribución de los bienes han venido cambiando, pero definitivamente los algoritmos no han sustituido las recomendaciones de los libreros, ni las redes sociales a las charlas donde una persona cercana te recomienda una lectura con sinceridad. No podría decir que esto será para siempre, los programadores aprenden, incluso empiezan a enseñarles a aprender a los algoritmos.

SER ESCRITOR EN MÉXICO
En México es relativamente fácil escribir, pero tremendamente difícil vivir de escribir (por lo menos si uno desea escribir literatura). Yo he tenido la fortuna de estar ya del lado del autor, pero también del editor. La industria editorial enfrenta muchísimos retos, uno de ellos es tratar de darle un lugar digno al autor en la cadena de valores que implica la publicación de un libro. Hay muchas cosas que mejorar en las editoriales, en las distribuidoras y en las librerías, para que ganen todos. Por otro lado, el desafío para los autores es profesionalizarnos en el oficio: tener orden en el aspecto administrativo, abrir y mantener redes sociales, apoyar a las editoriales y participar en las actividades que permitan vender los libros o dar a conocer nuestras obras.

PARAÍSO PERDIDO
Desde la publicación de mi segundo libro con ellos pude atestiguar su crecimiento. Y hace unos años que me integré como editor se volvió para mí una casa. Si bien siempre hay mucho trabajo, creo en el equipo, en la visión de la editorial y en que hemos logrado encontrar libros memorables, voces de autores que comienzan a ser leídas por nuevas generaciones de lectores y que poco a poco van encontrando su lugar.

PROYECTOS
Tengo un caos de proyectos, pero sí puedo compartir que estoy trabajando en una novela sobre hackers (y posiblemente un libro de cuentos). También está en el aire seguir con el personaje de Novecientos noventa y nueve, el investigador Nepomuceno Castilla, en una secuela de la cual tengo apenas apuntes.


Lee la reseña de Novecientos noventa y nueve en ConejoBelga.
Cástulo Aceves (Guadalajara, Jalisco,1980). Ha publicado los libros de cuento Acteón (Paraíso Perdido, 2013), Las instancias del vértigo (CECA Jalisco, 2013), Los nombres del juego (Paraíso Perdido, 2006), y Puro artificio (Humo, 2004, primer lugar en el Concurso Estatal de Cuento Adalberto Navarro Sánchez (2004). Sus relatos han sido incluidos en una docena de antologías. Cuentos suyos fueron traducidos al inglés e italiano.

Fotografía del autor: Cortesía Alejandro Meter.