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Novecientos noventa y nueve · Cástulo Aceves



Platicamos con Cástulo Aceves sobre su novela
Novecientos noventa y nueve, el influjo de Roberto Bolaño
y los retos de un escritor en el México post pandemia.


IMPACTO DE BOLAÑO
Roberto Bolaño como escritor, como artista, era iconoclasta y un tanto extremista, sobre todo en esa juventud bohemia que vivió en la Ciudad de México llevando la poesía como postura vital. En ese sentido, pareciera que entre sus lectores logró el mismo efecto, radicalizando las posturas para que sólo hubiera fanáticos o detractores. Yo me tendría que contar entre los fanáticos de esta especie de culto que logró sobre su literatura, pero dicho esto, siempre he creído que soy uno sensato. Para mí es un magnífico escritor y un furibundo lector, pero cuyo boom perdió proporción. Hace unos años, en un evento para conmemorar sus, en ese entonces, seis años de fallecimiento, me atreví a decir que me parecía mejor cuentista que novelista. Se provocó todo un debate. Mi novela precisamente intenta ser al mismo tiempo un tributo y una broma sobre hasta dónde pueden llegar los fanáticos de Bolaño, o de cualquier escritor, artista o figura pública, cuando se van a los extremos.

NOVELA NEGRA
Siempre leí un poco de literatura policiaca, especialmente me gustaban los libros, series y películas de asesinos seriales, además de que hubo una época en que me clavé con el cyberpunk. Sin embargo, después de asistir varios años seguidos a distintos encuentros y festivales de novela negra en Guadalajara (organizados por Vanessa García Leyva), me convencí de que un día quería escribir por lo menos una novela policiaca. En esos momentos no planeaba que fuera mi primera novela, pero ya estaba el germen que después me llevó a escribirla. La idea siempre estuvo en mi cabeza precisamente después de aquel evento donde se dio el debate, ¿habría fans de un escritor dispuestos a asesinar? ¿Y si éstos se volvían una especie de secta? El hecho de que la historia la lleve un detective que investiga los asesinatos me pareció la forma más natural de encontrar un orden en ese caos de violencia y poesía que prefiguraba en mi imaginación.

CONSTRUCCIÓN DE PERSONAJES
En una primera versión de la novela usé el mismo juego que usa Bolaño en Los detectives salvajes, dándoles nombres distintos a varios personajes basados en personas reales, pero que fueran anagramas o sonoramente similares. Sin embargo, en un momento de su reescritura los editores me aconsejaron dejar los nombres reales pues era muy confuso. Esto le dio un dejo de meta ficción y logró un gran efecto que ha causado tanto risa como angustia. Cabe decir que la mayoría de los personajes escritores no están basados en alguien en particular, sino que formé personalidades sumando distintas características de muchos escritores que conozco o que incluso son una especie de cliché: El académico retirado, el escritor famoso y envidiado, el poeta rebelde y la tallerista ya en retiro, en realidad responden a unir piezas de muchos de los escritores que he conocido. Aún no me reclama ninguno. Aún.

PROCESO DE ESCRITURA
Mi mayor reto fue que tenía varias búsquedas que parecían disimiles e incluso contradictorias. Yo quería una novela un tanto paródica, llena de humor negro, pero muy verosímil y precisa en cuanto al contexto policiaco (en cuanto a la forma en que hacen su labor los investigadores reales). Eso me llevó a leer sobre criminología, procesos policiacos y entrevistarme con personas que trabajan en Fiscalía para entender su trabajo. Me presioné mucho sobre eso. Pero también quería una novela que, si bien estaba llena de referencias a la obra de Bolaño, fuera entendible y disfrutable para quien nunca lo hubiera leído. Finalmente, quería una novela integral, capaz de capturar al lector, un thriller con acción y vertiginoso, sin dejar de lado el aspecto literario. El resultado fue reescribirla varias veces desde cero hasta la versión final.

ESTILO
El abordaje de una novela definitivamente es diferente al de un libro de cuentos. No sólo la extensión, sino mantener el ritmo, tono y atmósfera es un reto, no diré más difícil (no creo que la novela sea más complicada que el cuento ni viceversa), pero sí diferente. Tuve que trabajar mucho en documentarme, en aspectos técnicos como los diálogos y, sobre todo, en profundizar en los personajes. Después de 999, creo que he afinado mis métodos, pero también tengo interés en seguir explorando la parte oscura de los personajes en mis historias.

REFERENTES NARRATIVOS
Ursula K. Le Guin, Quim Monzo, Paul Auster, William Gibsom, Chuck Palahniuk y, de un tiempo para acá, Patricia Highsmith.

PANORAMA LITERARIO
Creo que la pandemia afectó la industria editorial, sobre todo a la cadena productiva que terminaba en las librerías. Si bien la gente, en general, pasó más tiempo en casa, no estoy seguro de que ello hubiera implicado más tiempo de lectura, por lo menos de lectura de "literatura". Definitivamente el formato digital ganó terreno, pero no creo que ello implique el "fin del libro de papel" que tanto se temía hace unos años. El libro como objeto sigue vigente, y creo que seguirá en el futuro (y lo dice un programador fanático de las nuevas tecnologías). Lo que me queda claro es que las formas de distribución de los bienes han venido cambiando, pero definitivamente los algoritmos no han sustituido las recomendaciones de los libreros, ni las redes sociales a las charlas donde una persona cercana te recomienda una lectura con sinceridad. No podría decir que esto será para siempre, los programadores aprenden, incluso empiezan a enseñarles a aprender a los algoritmos.

SER ESCRITOR EN MÉXICO
En México es relativamente fácil escribir, pero tremendamente difícil vivir de escribir (por lo menos si uno desea escribir literatura). Yo he tenido la fortuna de estar ya del lado del autor, pero también del editor. La industria editorial enfrenta muchísimos retos, uno de ellos es tratar de darle un lugar digno al autor en la cadena de valores que implica la publicación de un libro. Hay muchas cosas que mejorar en las editoriales, en las distribuidoras y en las librerías, para que ganen todos. Por otro lado, el desafío para los autores es profesionalizarnos en el oficio: tener orden en el aspecto administrativo, abrir y mantener redes sociales, apoyar a las editoriales y participar en las actividades que permitan vender los libros o dar a conocer nuestras obras.

PARAÍSO PERDIDO
Desde la publicación de mi segundo libro con ellos pude atestiguar su crecimiento. Y hace unos años que me integré como editor se volvió para mí una casa. Si bien siempre hay mucho trabajo, creo en el equipo, en la visión de la editorial y en que hemos logrado encontrar libros memorables, voces de autores que comienzan a ser leídas por nuevas generaciones de lectores y que poco a poco van encontrando su lugar.

PROYECTOS
Tengo un caos de proyectos, pero sí puedo compartir que estoy trabajando en una novela sobre hackers (y posiblemente un libro de cuentos). También está en el aire seguir con el personaje de Novecientos noventa y nueve, el investigador Nepomuceno Castilla, en una secuela de la cual tengo apenas apuntes.


Lee la reseña de Novecientos noventa y nueve en ConejoBelga.
Cástulo Aceves (Guadalajara, Jalisco,1980). Ha publicado los libros de cuento Acteón (Paraíso Perdido, 2013), Las instancias del vértigo (CECA Jalisco, 2013), Los nombres del juego (Paraíso Perdido, 2006), y Puro artificio (Humo, 2004, primer lugar en el Concurso Estatal de Cuento Adalberto Navarro Sánchez (2004). Sus relatos han sido incluidos en una docena de antologías. Cuentos suyos fueron traducidos al inglés e italiano.

Fotografía del autor: Cortesía Alejandro Meter.



Formol · Carla Faesler



A medio camino entre el dispositivo literario

y la pieza conceptual, Formol, de Carla Faesler,

entrega como símbolo un corazón sacrificado.


GERMEN

La idea germinó en tiempos de Calderón. En un país destrozado por la violencia y la impunidad, hay una sensación de pérdida y desolación muy profunda. En ese entonces, no sé por qué, me vino de nuevo a la cabeza Rito azteca, un texto de Salvador Elizondo que está en Camera lucida. Yo lo había leído hacía muchos años, pero la idea del corazón de un guerrero mexica conservado en un frasco, me había impresionado profundamente, al grado de pensar en eso constantemente, cíclicamente. Me parecía una idea literaria extraordinaria. Cuando volví sobre esa imagen, pensé: «México es un corazón en un frasco de formol.» De ahí, pensé en armar una historia alrededor de ese objeto que, con una carga simbólica tan poderosa, podría ser un núcleo irradiador de reflexión.

HISTORIOGRAFÍA

Son puros recuerdos, cosas que aprendiste en la escuela, en la vida. En Formol, los hechos históricos están ahí para servir a la trama, no al revés. La construcción del recorrido del corazón a través del tiempo me sugirió convertirlo en algo creíble, por eso tomé a ciertos hechos y personajes como Bernardino de Sahagún y Lorenzo Boturini, por ejemplo, para apuntalar la imaginería. Rodear al corazón de ensoñaciones y acontecimientos reales me permitió tener una perspectiva en tierra, humana, posible, pero sobre todo me permitió anclar en el corazón la condición humana. Las emociones y reflexiones que detona la víscera en los seres humanos como seres políticos, culturales, son el tema de la novela.

SACRIFICIO

Todas las culturas tienen, han practicado el sacrificio como centro de atracción del favor espiritual o material por parte de entidades que rebasan lo humano. Sacrificios de sangre, de privación o simbólicos. El corazón simbólico, la sinécdoque primordial, por decirlo de alguna manera, por un lado, y lo arrancado, como bien dices: la extirpación, lo cercenado, que deviene siempre en un dolor fantasma. Es ahí cuando, al escribir, pensé en la identidad, esa idea que es en realidad un vacío, ¿qué es la identidad sino el movimiento, lo cambiante? Te arrancas siempre de ti mismo, te arrancan siempre de ti mismo. Siempre he sentido una atracción profunda por la noción de sacrificio, el dar y recibir, no sé si declaro mi amor al rito de sangre o a la ceremonia del cambio, de la transformación. El sacrificio implica una parte dadora y una receptora o invasora, depredadora, si se quiere, una relación que resulta en algo nuevo. En la ceremonia de sacrificio las voluntades no están presentes, podemos pensar en religión, pero también en asuntos políticos, económicos, culturales. En cuanto al rito de sangre, sí, tal vez le declaro mi amor a ese específico rito que hacía que el sol siguiera su curso.

MESTIZAJE

Siempre he sentido un gran pesar por la desaparición de las muchas culturas del mundo que fueron arrasadas, borradas por los grupos conquistadores. Además de las civilizaciones americanas, pienso también en cómo los romanos exterminaron las culturas europeas antiguas, la celta, por ejemplo. La pobreza cultural del mundo en términos de diferencia, diversidad y pluralidad de ideas, conocimiento y formas de vida es el signo de los tiempos. El mestizaje ha sido una herramienta de control político, económico y social utilizada por los poderosos para normalizar el despojo, el racismo, el clasismo, es un mecanismo de inclusión/exclusión que se probó muy efectivo y que continúa funcionando hasta ahora, ya bien entrado el siglo XXI.

TÉCNICA

Fue interesante, durante mucho tiempo, Formol era un libro de poemas. Llevaba mucho tiempo trabajándolo pero no estaba satisfecha con el resultado. Cada vez que lo abría me daba cuenta de que algo no funcionaba. En esas andaba cuando un buen día, recibí un correo de Mariana Castillo Deball, artista mexicana que vive en Berlín, invitándome a participar en su proyecto Never odd or even. La idea es que lxs participantes envíen una portada de un libro imposible, un libro que nunca podrá ver la luz, un libro de tema descabellado, inimaginable. Entonces me dije: claro, nunca voy a poder resolver Formol, es imposible. Entonces mandé la portada imaginaria, las pestañas, la cuarta de forros imaginaria e incluso, fragmentos de crítica imaginaria. A ella le gustó muchísimo, me dijo que era una idea extraordinaria. Ahí fue que pensé: tengo que escribir este libro, no es posible que no pueda, y curiosamente, el haber imaginado el libro impreso, el libro como un objeto terminado, me sacó de la parálisis que me producía el asunto. Me dije: tengo que escribir esto tal y como me lo imagino. Y entonces comenzó un torrente de palabras, como un dictado. Lo resolví en menos de un año, más o menos. Usé todo lo que había escrito como referencia, todas las ideas, fragmentos, datos que había recopilado para un libro de poesía y sólo me senté a escucharme.

ESTRUCTURA

Las dificultades del montaje narrativo no fueron tales en este libro porque lo escribí como me lo imaginaba, y la mente es así: un engranaje de imágenes, fragmentos, largas meditaciones, información desperdigada por todas las esquinas del intelecto y la psique. Es como un zapping. Es un zapping. La manera en cómo pensamos, que también tiene que ver con la alta cultura y la popular, eso somos, nos hemos construido con lecturas, referencias "cultas" y la vida cotidiana.

REGISTROS

Sobre poesía/narrativa, debo decir, ya se sabe, que hay cosas que solo la poesía puede transmitir, la economía del lenguaje, la densidad de la palabra que la poesía explora, es muchas veces la única manera de transmitir pensamientos complejos. La poesía evade la temporalidad, la descripción innecesaria, la poesía es el misterio de un mensaje que se recibe claro, nítido en medio de la niebla de lo incomprensible. La realidad, las emociones, a veces no pueden ser entendidas si no es a través del lenguaje de la poesía. La narrativa muestra, la poesía revela.

UNHEIMLICH

Sí, me fascina ese concepto freudiano, lo extrañamente familiar. En Formol, la leyenda del corazón dice que debe ser trasplantado a un cuerpo para que lata de nuevo. La familia de Larca está en ese universo del cuerpo como depositario de lo simbólico, el cuerpo como posibilidad más allá de su ser biológico. De ahí que sus cabezas estén habitadas por cuerpos muertos que viven, cuerpos embalsamados que representan algo más que sus fronteras de carne. La muerte y la vida están confundidas, traslapadas, mediadas por cuerpos que activan imaginarios descabellados pero profundamente reales para ellos.

HUMANIDADES

Llevamos años con la amenaza de directivos de la educación que proponen eliminar las Humanidades cuando son otras áreas de estudio como las ingenierías o las ciencias sociales (como la economía), las que han destruido al mundo. Yo creo que el arte imagina y construye el mundo que nos merecemos como humanos.


~ Corazón vintage ~

En Formol, Carla Faesler examina el pasado para darle sentido al presente, plantea un diálogo lúdico entre cierta historia familiar insólita y un sacrificio prehispánico en el Templo Mayor de Tenochtitlan. Algunos fragmentos son racimos de información dura, otros le dan amplitud semántica al término corazón. Uno pensaría primero en el corazón simbólico, pero también, y sobre todo, en el corazón arrancado, la víscera. Se perciben vínculos entre el cuerpo y lo mórbido, un juego donde lo extraño es familiar y viceversa, el unheimlich freudiano. Larca, su protagonista, adquiere «un gusto peculiar que la marcará en la mirada de los otros y que la hará distinguir a los que, como ella, no encuentran del todo dicha en las cosas alegres.» Faesler juega con la intertextualidad mediante ráfagas de erudición y frescura: diálogos, notas, recuerdos, crónicas, postales de la Ciudad de México donde coexisten la papelería o la ferretería sobrepuestas o en simbiosis inesperada con una galería de diseño. El fin del mundo como fin de un mundo.

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Edición de textos: Christian Núñez Imágenes: Cortesía de la Autora



Hoy he vuelto a escribir · Roger Torres Agüero



A partir de un encuentro amoroso en redes sociales,

Roger Torres Agüero ha publicado una novela breve

donde reflexiona sobre el amor en tiempos de Facebook.

INICIOS

El libro surgió de una necesitad vital por escribir, siempre he tenido ese deseo fuerte de expresarme en palabras. Siempre hay algo que contar, ¿no?, de la forma que sea. A decir verdad, escribo desde los veinte años, cuando acabé el colegio. Antes, me orientaba más por las matemáticas, luego descubrí que me apasionaban las letras, la filosofía. Fui leyendo mucho hasta que empecé a escribir poemas. Considero que fue la mejor época, ya que uno es joven y tiene más entusiasmo. Pero dejé de hacerlo porque tuve un problema con mis archivos. Perdí fragmentos de unas y otras cosas, nada compacto, ninguna síntesis.

TRIBUTO

Tamara me impulsó a la escritura nuevamente, y mi mejor tributo fue dedicarle un libro. Cuando fui a visitarla a Uruguay, le entregué un ejemplar impreso de forma artesanal. Ella pensaba que era un título cualquiera, pero no, luego vio mi nombre. Fue una bonita sorpresa.

PROCESO

Ni bien saqué mi boleto de avión me puse a confeccionar la obra, y la terminé rápido, en tres meses. Fue un libro corto, ya tenía en mente publicarlo. Por ser el primero, imprimí unos cinco ejemplares sin edición. Luego decidí publicarlo formalmente. A principios de enero 2020 se imprimieron 500 ejemplares en el Fondo Editorial Cultura Peruana.

PLAN

Cuando escribo no tengo un plan, hay una etapa previa donde liberas algunas ideas, se abren panoramas o tienes reminiscencias de algo, intuiciones que atisbas difusamente. Creo que si uno supiera el resultado, perdería un poco el gusto. Se trata de disfrutar también. En mi caso, poco a poco se conforma un esquema y se va tejiendo la red para el producto final.

FILONOVELA

Siempre he sido multifacético: escribo ensayo, cuento, poesía. Me gusta combinar el espectro de la novela con el ensayo filosófico. Un poco al estilo de Unamuno y sus filonovelas. Más allá del hecho de que uno escribe para sí mismo, en este caso buscaba innovar. Sin embargo, la escritura es un trance místico en el que van saliendo varias cosas.


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FACEBOOK

Aunque conocí a Tamara en Facebook, nunca había sido un usuario fiel a las redes sociales. En este caso, teníamos intereses particulares, y nos tratamos. Al inicio, el único reto fue la distancia porque conexión siempre hubo. Le encanta la filosofía, y es buena lectora. Logré generar empatía con ella y el sentimiento se arraigó.

TECNOLOGÍA

Por supuesto que la tecnología está cambiando nuestra forma de relacionarnos, desde siempre, aunque se trasluzca mejor ahora viviendo la cuarentena. Sin plataformas digitales, no podríamos acceder a la comunicación instantánea, en tiempo real. En circunstancias críticas, de confinamiento por un virus, necesitamos una herramienta para seguir viviendo, sin la cual tal vez desapareceríamos.


FILOSOFÍA

No existe la verdad, y en efecto esta es la única verdad. Aparentemente es una aporía, una contradicción, sin embargo el libro explora la escisión entre lo verdadero y lo real, y cómo interactúa esta dicotomía en el mundo. Todo mundo desea la verdad, y descuida la realidad, o al revés.

Por otro lado, no existe un argumento, una ideología, una afirmación absoluta. La gente que cree tener la razón puede estar equivocada. Nada es, todo existe, creamos a partir de cero. Lo anterior se relaciona con temas ontológicos, del ser y la nada. Hay aquí planteamientos de Jaspers y Heidegger. Y también me recuerda lo que decía Borges, que el arte entreteje naderías.

A Platón lo leí cuando era adolescente, con un pensamiento mucho más idealista. Considero que cada autor influye de distinta manera en lo que somos. Al final, todo lo que pasa por tu vida tiene que ser cribado y pasar por un proceso de selección, y te sirve, quieras o no, en el desarrollo de tus escritos.


LENGUAJE

Lo mío es la novela filosófica, me interesa abordar ese camino. Pude haber dicho con otro lenguaje lo que está en el libro, pero en el momento de la escritura fue lo que emanó, lo que pude sentir y transmitir. En la escritura creativa no hay reglas; tú decides lo que consideres pertinente o no para tu relato.


REGALO

En cuanto a difusión, a todos nos tomó por sorpresa lo del Covid19, y este año el objetivo principal es la lucha contra la pandemia. El arte no tiene un carácter urgente o esencial. La cultura es un vano oficio, decía Borges, pero creo que es una contribución al mundo. Un regalo, más allá de cualquier cosa, ¿no?


Roger Torres Agüero es ingeniero graduado en

Recursos Hídricos por la Universidad Agraria La Molina.

Hoy he vuelto a escribir es su primera novela publicada.

Vive en Lima, Perú.

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Edición de textos: Christian Núñez Imágenes: Joana Kosinska + Roger Torres Agüero